lunes, 22 de febrero de 2010

COCA POR LA VIDA

Mambeada por el respeto para la hoja de Coca.


"En ciertos valles entre las montañas, el calor es maravilloso y allí crece una hierba llamada Coca, que los indígenas aprecian más que el oro y la plata, la virtud de esta hierba es que cualquier hombre que tenga estas hojas en la boca, no padece ni de hambre ni de sed."
De los primeros cronistas españoles

El martes 23 de febrero a las 10 am, la candidata al Parlamento Andino FABIOLA PIÑACUE 502, realizará un acto por la exigencia del respeto para la hoja de Coca frente a las instalaciones del INSTITUTO NACIONAL DE VIGILANCIA DE MEDICAMENTOS Y ALIMENTOS –INVIMA - Carrera 68 D 17 – 21 de Bogotá.

Esa entidad persigue los alimentos hechos a base de hoja de Coca que hacemos los indígenas Nasa de Tierradentro Cauca, pese a tener los registros sanitarios al día y pretende confinarnos en nuestros territorios como si no fueramos colombianos en igualdad de derechos. Adicionalmente el Gobierno Nacional acusa a la hoja de Coca, la marihuana y la amapola, de ser los responsables de las tragedias nacionales. Con esto se viola entre otras cosas el derecho fundamental a la identidad cultural de los pueblos indígenas, pues la hoja de Coca es nuestra planta sagrada, la que ha sido entregada como un don por la Madre Tierra y por milenios hemos aprovechado como alimento y en los ritos sagrados de nuestros pueblos.

La venta de alimentos de Coca es legal y está protegida por normas de carácter superior, como la propia Constitución, tratados internacionales y los permisos han expedido diferentes organismos estatales, incluido el propio INVIMA. La Coca es una planta sagrada y un extraordinario alimento cuyo comercio puede evitar el narcotráfico, tal como dice la honorable Corte Constitucional en su sentencia C-176 de 1994.


El negocio del narcotráfico es una actividad lucrativa que hace profundo daño por su carácter ilegal, la prohibición alimenta las mafias que corrompen gobiernos y financian guerras. Se ha demostrado hasta la saciedad que una forma de proteger ese ilícito negocio es manteniendo la prohibición y la represión hacia los consumidores de sustancias estupefacientes. Mientras el poder político corrupto se alía con las mafias del narcotráfico, elude acabar con el negocio y persigue las plantas y no el consumo.

La guerra contra las drogas es una simple excusa de intervención por potencias extranjeras, ¿cuántos capos distribuidores de drogas están presos en los países consumidores?, se ataca el problema por la parte más débil de la cadena, a las plantas, como si ellas tuvieran la culpa de lo que pasa.



FABIOLA PIÑACUE ACHICUE
Candidata Parlamento Andino
502 del POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO

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